Con la renovación de Kylian Mbappé por el PSG salen ganado casi todas las partes. El primero Kylian Mbappé, que a falta de que trasciendan las cifras de su contrato, se habla de cifras en torno a las fichas de Neymar y Messi, entorno a 30 millones ambos esta úlima temporada, como apunta La Gazzetta, pero el diario Le Parisien, tras el viaje de la madre del jugador a Qatar el pasado mes de abril, y hoy mismo el diario La República, hablan de 50 millones netos en tres años más 100 de prima de fichaje.
Pero a falta de confirmar esas cifras, lo que es ya cierto es que al PSG le va a suponer el contrato más caro de la historia del fútbol. Una de las batallas del club parisino ante la UEFA es la desventaja que tiene con respecto a las grandes Ligas por los altos impuestos que hay en Francia, muy superiores a los de los clubes de España, Inglaterra o la propia Alemania. Para empezar, al neto de Mbappé hay que sumarle el doble en bruto, 50% de impuestos, más por tanto que en nuestro país. Pero al margen de estas cantidades, el club tiene que afrontar las llamadas cargas sociales o patronales en Francia, lo que ha denunciado el club ante la UEFA, y que suponen otro 8 ó 9 por ciento sobre el salario bruto.