Una violenta explosión sacudió este sábado las instalaciones portuarias de Shahid Rajaee, en el sur de Irán, dejando un saldo trágico de al menos 40 fallecidos y cientos de personas afectadas.
Fuentes cercanas a los cuerpos de seguridad sugieren que el detonante habría sido combustible para cohetes almacenado en el lugar, según reveló el New York Times.
Ubicado a escasos kilómetros de Bandar Abbás, este complejo logístico no es un puerto cualquiera. Con capacidad para mover 88 millones de toneladas anuales, Rajaee funciona como el principal punto de entrada y salida de mercancías para el país.
“Es la arteria principal de nuestra economía”, explica Amirreza Etemadi, analista especializado. Solo el año pasado, sus muelles movieron 2.4 millones de contenedores y generaron el 47% de los ingresos aduaneros nacionales.
Las autoridades sanitarias han declarado emergencia en Hormozgan por riesgo de contaminación. La recomendación es clara: permanecer en interiores con ventanas selladas. Una medida excepcional que refleja la gravedad del incidente.
¿Que causó la desgracia?
La versión oficial apunta a un almacenamiento negligente de materiales peligrosos. Sin embargo, fuentes internacionales insinúan algo más complejo.
El Financial Times había reportado meses atrás sobre envíos chinos de perclorato de sodio -componente clave para combustible de misiles- destinados a reponer arsenales iraníes.
La firma británica Embry añadió más leña al fuego: sus investigaciones señalan que la explosión se originó precisamente en un cargamento de este compuesto químico.
Curiosamente, este mismo puerto sufrió en 2020 un sofisticado ciberataque atribuido a Israel, aunque por ahora ningún gobierno se ha pronunciado sobre el reciente suceso.
En terreno, el ministro del Interior Eskandar Momeni supervisa personalmente las pesquisas. “Informaremos con transparencia”, prometió, al tiempo que desaconsejó hacer eco de “especulaciones extranjeras”. Mientras, la Fiscalía iraní ha lanzado una advertencia contra quienes difundan “información falsa” sobre el caso.