En dos días, dos jóvenes mujeres jóvenes fueron asesinadas en diferentes partes del continente, en contextos similares. Los casos ocurrieron en Jalisco, México, y en Cúcuta, Colombia.
Las víctimas fueron Valeria Márquez y María José Estupiñán Sánchez, ambas de poco más de 20 años, con vidas activas en redes sociales, emprendedoras, estudiantes, asesinadas en espacios que conocían, donde se sentían seguras y presuntamente por quienes fueron sus parejas.
El caso de María José ocurrió la mañana del jueves 15 de mayo. Ella era estudiante de comunicación social, modelo y tenía 22 años. Fue atacada en la entrada de su casa, en el barrio Guaimaral, en Cúcuta. La persona que tocó a su puerta fingía ser un repartidor que venía a entregarle un regalo. Al abrir, recibió un disparo en el rostro. Murió en el acto.
Las autoridades investigan si se trató de un feminicidio. En 2018, María José denunció por violencia intrafamiliar a una ex pareja. Y, apenas un día antes de su muerte, había recibido un fallo judicial a su favor: el agresor debía indemnizarla con 30 millones de pesos colombianos, equivalentes a unos 140 mil pesos mexicanos.
El ataque fue captado por una cámara de seguridad. En las imágenes se ve a un hombre vestido con gorra roja, sudadera negra con franjas blancas y jeans, parado frente a la puerta de una casa con rejas blancas. Toca el timbre. Cuando María José se acerca, le dispara sin decir una palabra. En el video también se escuchan gritos de auxilio: al parecer, de su madre, que presenció la escena.
El agresor sale corriendo. Algunos vecinos que escucharon el disparo salen a la calle. Gritan “¡agárrenlo!” mientras el hombre huye por las calles del vecindario. Hasta el momento, no se ha confirmado la identidad del atacante, pero las sospechas apuntan a que podría tratarse de la ex pareja de la joven.
El coronel Leonardo Capacho, jefe del Primer Distrito de la Policía Metropolitana de Cúcuta, confirmó que una de las líneas de investigación considera el crimen como un posible feminicidio, aunque aclaró que aún están en etapa de recopilación de pruebas y análisis de antecedentes.
Este caso generó una oleada de reacciones en redes sociales. No solo por la violencia con la que fue cometida la agresión, sino por la similitud con el asesinato de Valeria Márquez, ocurrido horas antes en México, también bajo circunstancias que han encendido las alarmas sobre la seguridad de las mujeres en entornos aparentemente seguros.
La historia de María José no solo impactó por las circunstancias de su asesinato, sino también por todo lo que había alcanzado en su corta vida. Tenía proyectos propios, una carrera universitaria en marcha, y una vida pública activa que inspiraba a otras jóvenes.
Su muerte abrió de nuevo el debate sobre la efectividad de las medidas de protección para mujeres que ya han denunciado violencia tanto en Colombia como en México.
Mientras continúan las investigaciones para dar con el responsable, el caso de María José se suma a una lista de historias que reflejan un patrón: mujeres asesinadas por personas cercanas, en momentos cotidianos, cuando ya habían dado pasos para salir de situaciones violentas.
Las autoridades colombianas mantienen la búsqueda del agresor y piden a la ciudadanía cualquier información que ayude a esclarecer el caso.