El Juguete Rabioso: retomo el nombre de la novela de Roberto Arlt, la cual originalmente se llamaría La Vida Puerca. Una novela de la desesperanza, de la dificultad para que las masas accedan a la cultura, debido a las injusticias económicas y políticas. Rompiendo con el esquema idealista del romanticismo.
De ahí que recupero el segundo título de Arlt, busco describir los procesos de exclusión, represión, injusticia estructural, fracasos, aciertos, desaciertos de los actores sociales en el estado de Puebla.
Resaltando en algunas ocasiones desde una perspectiva biográfica e interpretativa, las dimensiones de la pobreza, exclusión, marginación y vulnerabilidad de las masas subalternas.
Si bien es cierto que mi principal línea de trabajo es la migración, también me interesan los movimientos sociales y su respectiva agenda, porque son en cierto sentido una prueba de vitalidad, de su grito de guerra, frente a la violencia estructural, al despojo constante de la maquinaria del Estado y el capital.
De norte a sur, de este a oeste, saltan los ejemplos de resistencia de los pueblos oprimidos.
La maquinaria del poder económico y político los persigue, encarcela, desaparece y asesina. Por otro lado, la violencia de género en lo cual se incluyen los feminicidios no cesa.
La Fiscalía General del Estado de Puebla muestra una lentitud de paquidermo, en las investigaciones que lleven al esclarecimiento de los asesinatos y desapariciones de activistas, sin embargo es rápida cuando se trata de armar procesos en contra de los activistas.
Los recientes hechos sangrientos del 9 de mayo en Coyomeapan , que derivaron en cuatro personas asesinadas, ponen en entredicho la capacidad para brindar justicia por parte del Poder Judicial en Puebla.
Dada la probable intervención de la policía estatal en los hechos, y la escasa credibilidad de la Comisión Estatal de Derechos Humanos; algunas voces como el movimiento de resistencia indígena Unidad por Coyomeapan, plantean que el caso debiera ser atraído por la ONU y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Los antecedentes del conflicto en Coyomeapan
Lejos de brindar justicia, la maquinaria judicial forma parte del conflicto, en ese sentido la Fiscalía del Gobierno Estatal es acusada por fabricarle delitos a los principales activistas de la comunidad: Basilisa Montaño Gutiérrez, Anastasio Sanguinez, Gonzalo Martínez Herrera, y Eruviel Aguilar Gómez, fueron detenidos al ser citado a una mesa de diálogo en septiembre de 2021 en Ajalpan, donde se abordaría el conflicto electoral: en esa mesa los activistas buscaban dar cuenta de las irregularidades del proceso y las violaciones a los derechos humanos, cuando se le privó de la libertad.
La esposa del preso político Eruviel Aguilar Gómez manifestó el 29 de febrero en el marco del cumpleaños de su esposo: – “A nadie se le desea lo que nuestros familiares están pasando, no he visto a mi esposo desde que entró a la cárcel. Como familia de él es una situación que no se le desea a nadie es un dolor tan grande de ver a alguien encarcelado no se le desea a nadie” (Angeles Press 3 de marzo de 2022).
El gobierno del estado citó a una reunión a las 8 horas en Casa Aguayo, el 18 de diciembre de 2021, sin embargo, los activistas denuncian que la cita fue entregada unas horas antes, por lo cual fue imposible asistir.
Los posteriores hechos sangrientos del 9 de mayo solo mostraron la incompetencia, parcialidad y falta de voluntad política de las diversas instituciones del gobierno estatal de Puebla, como son la Fiscalía y Secretaria de Gobernación, para desactivar y resolver conflictos.
El caso salió del ámbito local, para colocarse en un tema nacional y pronto internacional. Se exige la destitución del gobernador Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta por parte de 35 organizaciones y defensores de derechos humanos, encabezados por la organización Red Solidaria Década contra la Impunidad, AC, quienes lanzaron una carta pública de extrañamiento al gobernador de Puebla, Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, en la que se exige su destitución, por la cruenta represión contra los habitantes de Coyomeapan.