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León XIV asume oficialmente el liderazgo de la Iglesia católica

Ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro y delegaciones de más de 150 países, el papa León XIV encabezó este domingo la misa que marca el inicio formal de su pontificado. En su primer mensaje como sucesor de Pedro, el nuevo pontífice pidió tender puentes frente a la fragmentación social, política y religiosa que enfrenta el mundo.

Durante su homilía, el pontífice hizo un llamado a superar divisiones dentro y fuera de la Iglesia. “Queremos ser una pequeña levadura de unidad y fraternidad”, afirmó desde el altar, invitando a mirar hacia Cristo y a acoger su mensaje como guía común para toda la humanidad. Pidió también a los fieles y representantes religiosos abrirse al diálogo con otras confesiones y personas de distintas creencias.

En ese marco, León XIV planteó su visión sobre distintos temas sociales. Aunque reiteró su llamado a la inclusión y la apertura al diálogo, también fijó postura sobre el modelo de familia respaldado por la Iglesia.

En un mensaje reciente dirigido a representantes de los 184 países con los que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas, afirmó que “la familia se funda en la unión estable entre el hombre y la mujer”, lo que ha generado distintas reacciones respecto a su postura frente a la comunidad LGBT+.

León XIV expresó su preocupación por la situación en la Franja de Gaza. En el rezo del Regina Coeli posterior a la misa, declaró que “niños, familias y ancianos están siendo llevados al hambre”. Reiteró su solicitud de un cese inmediato al fuego, la entrega de ayuda humanitaria y la liberación de todos los rehenes, postura que ya había manifestado en su primera oración pública tras ser elegido el pasado 8 de mayo.

Durante más de una hora, el papa saludó personalmente a los representantes de unas 150 delegaciones presentes en la ceremonia, entre ellas autoridades de Europa, América Latina, África, Asia y Medio Oriente. Entre los asistentes estuvieron los Reyes de España, Felipe VI y Letizia; el presidente colombiano Gustavo Petro; el presidente paraguayo Santiago Peña; el ecuatoriano Daniel Noboa, y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, entre otros.

León XIV también tuvo un encuentro con la presidenta de Perú, Dina Boluarte. El nuevo pontífice, de nacionalidad estadounidense y también peruana por naturalización, vivió durante casi cuatro décadas en Perú como misionero y obispo en Chiclayo. Boluarte fue la primera autoridad internacional que recibió en audiencia oficial.

Desde Estados Unidos asistieron el vicepresidente JD Vance y el senador Marco Rubio. En la misma delegación estuvo presente uno de los hermanos del papa, con quien compartió un abrazo al finalizar la ceremonia. Entre los representantes europeos también destacaron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola; el nuevo canciller alemán, Friedrich Merz; y la presidenta de Suiza, Karin Keller-Sutter.

Durante la jornada, las banderas de distintos países ondearon en la plaza. Fieles de Perú, España, Brasil, Ucrania y Palestina se dieron cita en Roma para presenciar el inicio del pontificado. Algunos grupos aprovecharon la ocasión para hacer visibles sus demandas, como un pequeño contingente palestino que acudió con la intención de solicitar que el nuevo papa mantenga una postura activa frente al conflicto en su territorio.

En paralelo, numerosos fieles, turistas y miembros de hermandades religiosas llegaron desde distintos rincones del mundo como parte del Jubileo de las Cofradías. Estos grupos, muchos ataviados con sus vestimentas tradicionales, siguieron la ceremonia desde pantallas gigantes instaladas en los alrededores del Vaticano y en la Vía de la Conciliación.

La ceremonia incluyó la entrega del palio y el Anillo del Pescador, símbolos del ministerio papal. León XIV utilizó su homilía para marcar el rumbo de su pontificado, subrayando que su prioridad será fomentar la unidad dentro de la Iglesia católica y con otras comunidades religiosas.

Tras la misa, la agenda diplomática del nuevo pontífice continuó con reuniones bilaterales. Además de los mandatarios ya mencionados, estuvieron presentes representantes de instituciones internacionales como la ONU y la FAO, cuyo director, Qu Dongyu, entregó al papa un obsequio con caracteres chinos.

Entre las casas reales también asistieron los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde; el príncipe Eduardo, duque de Edimburgo, en representación del Reino Unido; y la reina Máxima de los Países Bajos, quien llegó acompañada del primer ministro neerlandés, Dick Schoof.

León XIV, inicia así oficialmente su servicio como obispo de Roma y cabeza visible de la Iglesia católica, tras su elección el pasado 8 de mayo en el cónclave celebrado en la Ciudad del Vaticano.

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