Los países de la Unión Europea (UE) acordaron este jueves el ingreso gradual de Rumanía y Bulgaria en el espacio Schengen de libre circulación de personas, tras el levantamiento del veto de Austria.
La decisión, que implica la eliminación de los controles en las fronteras interiores aéreas y marítimas con esos dos países, entrará en vigor en marzo de 2023, según informó la presidencia española de turno del Consejo de la UE.
Austria, el último país de los Veintisiete que se oponía a la medida, levantó su veto el miércoles tras una reunión de ministros de Interior de la UE en Bruselas.
El acuerdo, que culmina doce años de negociaciones, fue calificado de “histórico” por fuentes del Ministerio del Interior de España.
“Fortalecerá y ampliará” el espacio de libre circulación europea y facilitará los desplazamientos de millones de personas, con “un impacto social y económico muy positivo en toda la región”, aseguraron las fuentes.
Bulgaria y Rumanía, miembros de la UE desde 2007, habían cumplido con todos los requisitos para entrar en Schengen, pero Austria había bloqueado su adhesión hasta ahora.
El primer ministro rumano, Marcel Ciolacu, se mostró confiado en que en 2024 se negociaría la adhesión completa de su país.
El Tratado de Schengen establece el levantamiento de los controles en las fronteras entre sus Estados miembros, que actualmente abarcan 4.3 millones de kilómetros cuadrados y 423 millones de ciudadanos de 27 países europeos (23 miembros de la UE y 4 no comunitarios).