La Investigadora de la Escuela de Ciencias de la Salud, de la Universidad Anáhuac, Elena Soto Vega indicó que el objetivo de las vacunas contra el SARS CoV-2 es generar una respuesta inmunológica que produzca anticuerpos capaces de neutralizar al virus, así como generar una respuesta de memoria en la inmunidad celular, es decir, que el sistema inmune reconozca al virus en el caso de exponerse al mismo y se genere una rápida respuesta para evitar que el virus invada y produzca la enfermedad.
Las vacunas contra el SARS CoV-2 son aprobadas para su uso en humanos mediante ensayos clínicos en los que son sometidos a pruebas rigurosas, además de que permanecen en evaluación durante su uso, para evaluar los efectos adversos que puedan ocasionar, así como para evaluar su seguridad y eficacia.
En México actualmente existen 7 vacunas aprobadas que son la de Pfizer-BioNTech (95 % eficacia), AstraZeneca-Oxford (76 % eficacia), Sputnik del Instituto Gamaleya de Moscú (97.6 % eficacia), Sinovac- CoronaVac (50-91 % eficacia), CanSino Biologics (66 % eficacia), COVAXIN Bharat Biotech International Limited (81% de eficacia) y Johnson and Johnson (72 % eficacia). Todas las vacunas aprobadas cumplen dos características fundamentales seguridad y eficacia.
Todas las vacunas que se aplican en el mundo pueden presentar efectos adversos, en el caso de las vacunas contra el SARS CoV-2 los efectos adversos que se han reportado asociados a la vacunación son dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos o fiebre.
Es muy importante que la población vacunada sepa que las vacunas no evitan el contagio, evitan que aquellos individuos que se contagien desarrollen la enfermedad o evolucionen a una enfermedad grave, por lo que se deben continuar con las medidas de higiene, uso del cubrebocas y la sana distancia.
Por el momento no existe un tratamiento para la infección del SARS CoV-2, por lo que la vacunación es fundamental para prevenir la propagación y proteger a la población de mayor riesgo. Se deben conseguir tasas de vacunación del 80 – 85 por ciento en la población para que el virus ya no pueda circular, es lo que se denomina inmunidad de grupo o de rebaño, el principal riesgo de la vacunación son aquellos individuos que no quieren vacunarse, parte de estos individuos cuestionan la velocidad en la que se desarrollaron las vacunas, hay que considerar que el desarrollo de estas vacunas es el esfuerzo mas grande de la historia entre universidades, farmacéuticas e investigadores de todo el mundo trabajando en conjunto y que la velocidad de desarrollo no compromete su seguridad, ni su calidad.
Vacunarse es un acto de solidaridad y responsabilidad para resolver un problema global, la única manera de controlar esta pandemia es vacunando a toda la población, de otra manera seguirán apareciendo nuevas cepas y permaneceremos en estado de alarma indefinidamente.
No se debe prestar atención a la campaña mal intencionada de desinformación que ha circulado mundialmente alrededor de las vacunas, estas vacunas como todas las que ya se utilizan en el mundo pueden tener algunos efectos adversos, pero como se comento al inicio, son muchas mas las vidas que se salvan.