Redacción.- La Familia Michoacana es el nombre de una de las organizaciones criminales más violentas y longevas de México, que opera principalmente en el sur del Estado de México y en el vecino estado de Guerrero.
Este grupo, que se originó en la década de los noventa como una escisión del Cártel del Golfo, se caracteriza por su fanatismo religioso, su código de conducta basado en la lealtad y la familia, y su brutalidad contra sus enemigos y las autoridades.
La Familia Michoacana se ha enfrentado a lo largo de los años con otros cárteles, como Los Zetas, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, por el control de las rutas del narcotráfico, el secuestro, la extorsión y otras actividades ilícitas.
También ha mantenido una guerra abierta contra el gobierno, al que considera corrupto y cómplice de sus rivales. Ha perpetrado numerosos ataques contra policías, militares, fiscales y funcionarios públicos, así como contra instalaciones gubernamentales.
Uno de los episodios más sangrientos de esta confrontación se registró el 8 de diciembre, cuando un grupo de pobladores de la comunidad de Texcapilla, municipio de Texcaltitlán, se enfrentó a balazos y machetes con presuntos integrantes de la Familia Michoacana, que intentaban extorsionarlos.
El saldo fue de 14 personas muertas y siete heridas, según confirmó el gobierno del Estado de México. Entre los fallecidos había 10 presuntos criminales y custro civiles, mientras que entre los lesionados había dos menores de edad.
Este hecho evidenció el grado de infiltración y control que tiene la Familia Michoacana en la región, donde impone su ley de plomo y somete a la población a un clima de terror e inseguridad.
Según las autoridades, los líderes de esta organización en el sur del Estado de México son los hermanos Johnny y José Alfredo “H”, alias “El Pez” y “La Fresa”, respectivamente, así como Sergio Aguirre Pérez, “El Chino”.