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Halloween vs. Día de Muertos: dos tradiciones, una fecha

Foto: Pexels

Redacción.- Con la llegada del final de octubre y principios de noviembre, el hemisferio occidental se sumerge en dos de las festividades más emblemáticas de la temporada: Halloween (31 de octubre) y el Día de Muertos (1 y 2 de noviembre). Aunque ambas giran en torno a la frontera entre el mundo de los vivos y los muertos, sus orígenes, propósitos y, sobre todo, su actitud ante la muerte, son radicalmente distintos.

Orígenes y filosofía: de la cosecha al recibimient

La diferencia fundamental reside en su génesis y en el sentimiento que evocan.

  • Halloween, la Noche de Brujas, hunde sus raíces en el festival celta conocido como Samhain (final de la cosecha). Para los antiguos celtas, esta noche marcaba el fin del verano y el comienzo del invierno, un tiempo en el que se creía que la línea entre el mundo de los vivos y el de los muertos se difuminaba, permitiendo el regreso de los espíritus malignos. El objetivo inicial era protegerse y ahuyentar a estas entidades, lo que dio origen al uso de disfraces aterradores y máscaras para confundirlos o asustarlos.
  • El Día de Muertos, en contraste, es una tradición profundamente arraigada en las culturas prehispánicas de Mesoamérica, con una mezcla de sincretismo con las costumbres católicas. Su esencia es la bienvenida y el homenaje amoroso a los seres queridos que han fallecido. La creencia es que, durante estas noches, los difuntos regresan para convivir con sus familias, quienes los esperan con lo que disfrutaban en vida. Es una celebración de la memoria, no del miedo.

Estética y símbolos: colores vivos vs. sombras y naranja

La expresión visual de cada fiesta es quizás la que más evidencia sus contrastes.

Característica Día de Muertos Halloween
Símbolo Central El Altar de Muertos y las Ofrendas. La Jack-o’-lantern (calabaza tallada).
Iconografía Calaveras de azúcar y amaranto, el Pan de Muerto, el incienso de copal, el cempasúchil (flor de veinte pétalos). Brujas, fantasmas, vampiros, murciélagos y telarañas.
Paleta de Color Colores brillantes y vibrantes: naranja, morado, rosa, amarillo, papel picado multicolor. Principalmente negro y naranja, tonos que evocan la oscuridad y el fuego.
Actividad Lúdica Visitar panteones, crear altares, el tradicional convite con el difunto y las calaveritas literarias (versos satíricos). El “Trick or Treat” (pedir dulces) y las fiestas de disfraces de terror.

Mientras que el ritual mexicano utiliza la flor de cempasúchil para guiar a las almas con su color y aroma, la fiesta anglosajona utiliza la calabaza iluminada para ahuyentar y advertir.

La muerte como eje: temor o sátira

El punto de divergencia más profundo es la relación cultural con la muerte.

Para el Día de Muertos, la muerte no es el final, sino una etapa más del ciclo de la vida y un motivo de fiesta. Se le recuerda con humor y respeto, e incluso se le satiriza a través de figuras como La Catrina, una elegante crítica a la vanidad que nos recuerda que la muerte nos alcanza a todos.

Halloween, en cambio, se enfoca en el misterio, el terror y lo macabro. El objetivo principal es la diversión a través del miedo, lo que lo convierte en una festividad orientada al entretenimiento y al consumo, con una visión que, históricamente, trata de mantener a los muertos a raya.

En esencia, Halloween es una fiesta de disfraces y dulces donde la muerte es un tema para ser temido y explotado como espectáculo, mientras que el Día de Muertos es una profunda manifestación cultural de respeto y amor, donde la muerte es bienvenida a la mesa familiar.

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