El rezago educativo es indudable tras el cierre de escuelas por la pandemia; sin embargo, en el caso de los alumnos hablantes de lenguas indígenas o con discapacidad, es aún más alarmante.
El trabajo de las autoridades ha sido factible, sin embargo, la presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia A. C. (FENAPAF), Aurora González, comentó que se debe trabajar con padres de familia y docentes, que, a causa de la emergencia sanitaria, dejaron de observar a la educación como un tema importante y se enfocaron más a obtener un sistema eficiente de manutención diaria.
Algunos padres se olvidaron de la enseñanza, pero otros, en las comunidades indígenas del país, tuvieron que ingeniar estrategias para que los estudiantes no truncaran su aprendizaje durante el cierre de escuelas por la pandemia del COVID-19, aunque esto significara ignorar el confinamiento.
Aurora González comentó que se conoce de ejemplos claros a nivel nacional sobre esta situación; un caso muy sonado es el registrado en Yucatán, donde según explicó el maestro Enrique Cetina, quien se desempeña como docente de educación indígena desde hace 29 años; se cuenta con señal de celular en cabeceras municipales o localidades con una cantidad considerable de población y para algunas empresas telefónicas resulta redituable este servicio; sin embargo, en muchas comunidades indígenas alejadas no se cuenta con señal telefónica y lo mismo ocurre con el internet.
La FENAPAF ha analizado esta problemática, derivando en el estudio dado a conocer por la organización Mexicanos Primero, estudio que lleva por nombre Equidad y Regreso a Clases.
En dicho análisis, la organización consideró una muestra de 2 mil estudiantes de 10 a 15 años -todos ellos beneficiarios del Programa Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez- y se destaca que entre los efectos en el aprendizaje de los alumnos luego de la suspensión de clases presenciales a causa de la pandemia de COVID-19, existe un bajo nivel de conocimiento en diversas áreas.
Por ejemplo, en el caso de la comprensión de lectura, el trabajo de campo reveló que 5 de cada 10 estudiantes entre 10 y 15 años no entienden el contenido de un texto de cuarto grado de primaria.
En matemáticas, las cifras son aún más preocupantes, menos de 1 de cada 10 estudiantes de primaria y secundaria pudieron resolver una operación utilizando fracciones, mientras que 7 de cada 10 de los estudiantes con alguna discapacidad no pudo realizar una resta.
A causa de lo anteriormente mencionado, la FENAPAF; ofrece su solidaridad y apoyo a padres de familia de zonas apartadas, a fin de apoyar a la enseñanza y lograr que el rezago educativo por la pandemia, se reduzca paulatinamente con trabajo conjunto.