La espera ha terminado, este día fue publicado uno de los Tiny Desk Concert de NPR más esperados para Latinoamérica, el de 31 Minutos, que no solo llenó de nostalgia a quienes crecieron viendo sus capitulos, a sus padres y a toda la legión de fans que se nos inundaron los ojos de lágrimas por saber que ese equipo de personas creativas que iniciaron con un bajo presupuesto y mensajes para cambiar conciencias han logrado llegar tan lejos y continúan rompiendo barreras.
“Un Tiny desk no te puede hacer llorar… 31 Minutos 😭”
Para quienes no saben que es 31 Minutos, si es que hay alguien que no lo sepa, se trata de un programa que debutó en la televisión chilena en 2003 con un formato que simulaba un noticiero, incorporando segmentos musicales, deportes, notas “internacionales” con una línea editorial cercana al humor informativo.
Con temas ecologistas, de respeto, igualdad, equidad y muchas otros mensajes “buena ondita”, que permearon en toda una generación.
A partir de 2005, el proyecto dejó la pantalla abierta y se expandió a otros formatos: giras por América Latina, películas, un museo itinerante y presencia constante en México.
¿Y que hacen unos “titireteros en el Tiny Desk?
La participación de 31 Minutos en el Tiny Desk Concert de NPR no solo marcó un hito en su trayectoria, también les permitió incorporar referencias políticas y sociales en un formato internacional, tal como siempre lo han hecho.
Desde el inicio del concierto Tulio, dejó clara su intención, después de presentarse dijo:
“Está es la primera ves en Washington de 31 minutos, que es exactamente el el tiempo en el que expiran nuestras vidas se trabajo…”
Dejando en claro que pese a su tierna apariencia y de formar parte de un show “infantil”, el concierto no dejaría de ser una ventana para protestar y continuar con el espíritu revolucionario que siempre los ha caracterizado.
Más adelante se escuchó una línea que mencionaba a quienes han excedido el permiso Waiver o viven en situación irregular en Estados Unidos. Estas intervenciones se integraron al espectáculo sin romper su estilo característico, pero con referencias directas al contexto que vive la comunidad latina.
Álvaro Díaz, uno de sus creadores, explicó que la invitación surgió después del interés de seguidores que contactaron a NPR. Contó que organizar el concierto implicó un mes de preparación, la réplica del set en Santiago y dos semanas de ensayos. El viaje a Washington se realizó con un equipo de 15 personas entre músicos, técnicos, voces y titiriteros.
El elenco estuvo integrado por Díaz y Pedro Peirano, junto a Pablo y Felipe Ilabaca, Toño Corvalán, Pedropiedra, Marcelo Wilson, Jani Dueñas y parte del equipo original de voces y manipulación. La directora ejecutiva Alejandra Neumann encabezó la producción logística.
Durante el Tiny Desk incluyeron canciones como Equilibrio espiritual y Baila sin César, y acompañaron la música con referencias culturales, menciones a personajes virales y citas musicales a proyectos como Los Prisioneros banda de culto también chilena y Better Call Saul.
La aparición representó un logro relevante para la compañía, que suma más de dos décadas de actividad y mantiene presencia intergeneracional. Además, evidenció su capacidad para incorporar mensajes políticos en espacios de alto alcance sin modificar su identidad original.
Para quienes han seguido el proyecto durante años fue una verdadera alegría ver a ese grupo de creativos quienes con un bajo presupuesto y mucho corazón han logrado romper barreras generacionales, de lenguaje, de plataformas con un mensaje propositivo y revolucionario.