Este jueves, el gobierno municipal de Puebla, en conjunto con la Secretaría de Medio Ambiente, entregó sistemas de captación de agua pluvial en las instalaciones del BINE, como parte de un programa destinado a promover el uso responsable del recurso hídrico y su reutilización. Se invirtieron 500 mil pesos en este proyecto, que benefició a cuatro instituciones educativas seleccionadas.
Myriam Arabian Couttolenc, titular de la Secretaría, informó que se optó por instalar estos sistemas en jardines de niños y escuelas primarias de diversas Juntas Auxiliares, con la intención de aprovechar el agua de lluvia y, al mismo tiempo, inculcar en los más pequeños una conciencia sobre el uso racional del agua y la importancia de su cuidado. La funcionaria destacó que se seleccionaron zonas con condiciones de acceso difíciles, donde el abastecimiento de agua es más complicado y la población es considerada vulnerable.
Arabian Couttolenc explicó que la finalidad principal es cubrir las necesidades de limpieza en las escuelas, aunque en algunas comunidades la gente hierve esta agua para consumo debido a la escasez extrema. “Lo interesante es que con cada lluvia se pueden recuperar hasta 27 mil litros de agua, lo que representa un ahorro considerable al dejar de extraer esa cantidad del subsuelo”, detalló.
El proyecto inició con la instalación de un sistema de captación en el “Jardín de Niños Xacxamayo” y tres más en la “Escuela Primaria Carmen Serdán”, ambas ubicadas en la inspectoría de Xacxamayo, dentro de la Junta Auxiliar de San Francisco Totimehuacán, beneficiando a 153 estudiantes. En la Junta Auxiliar de Santa María Guadalupe Tecola, se implementaron cuatro sistemas en la Escuela Primaria “Lic. Adolfo López Mateos” y uno más en el Kinder “Matiana Munguía de Equilug”, impactando a 178 niñas y niños.
El proyecto concluye con la instalación de 11 sistemas adicionales en el edificio de la “Licenciatura de Educación Primaria” del Benemérito Instituto Normal del Estado, “General Juan Crisóstomo Bonilla”. Estos sistemas no solo abastecerán de agua a cerca de mil personas, sino que también servirán como módulos de capacitación para alumnos, docentes y la comunidad.
El periodo de vida útil de estos sistemas se estima en 20 años como mínimo, mientras que los tanques cuentan con garantía de por vida por parte del fabricante. Además de los beneficios ambientales, esta iniciativa representa una medida crucial para la seguridad hídrica en zonas vulnerables, que podría ser replicada para generar mayores ahorros de agua a largo plazo.