Redacción.- En el estado de Puebla, en promedio diario se registran dos casos de suicidio en los últimos años, informó Quetzalcoatl Hernández Cervantes, Coordinador del Doctorado en Investigación Psicológica de la universidad Iberoamericana.
Esto durante la presentación del libro: “Diagnóstico de la Mortalidad Autoinflingida en el Estado de Puebla: Acciones para su atención”, el cual va enfocado al tema del suicidio.
Hernández Cervantes, que de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) se basó su estudio en el que también dio a conocer que son los hombres los que en mayor medida fallecen a causa de lesiones autoinfligida.
Asimismo, comentó que los primeros pensamientos suicidas se presentan a los 9 años y en Puebla lo han cometido frecuentemente más jóvenes poblanos entre los 15 a los 24 años.
La mortalidad por suicidio en México se coloca entre las primeras diez causas y se coloca entre las primeras cinco entre las causas de muertes violentas como accidentes, agresiones y homicidio.
Por lo que, en dicho libro describe una serie de como apoyar a una persona en esta situación como: la Reducción del acceso a medios letales entre las personas en riesgo de suicidio, como el uso de armas de fuego, colgarse o sofocarse, o saltar de un lugar alto, no proporcionan mucha oportunidad de rescate y, por lo tanto, tienen como resultado tasas altas de muerte.
Además, la intervención de lugares para el suicidio o lugares donde pueden materializarse los suicidios con relativa facilidad, incluyen los lugares altos por ejemplo, precipi- cios, balcones y techos, las vías del tren y los lugares aislados, como los parques.
Por lo que, los esfuerzos para prevenir el suicidio en estos lugares incluyen colocar barreras o limitar el acceso a ellos para evitar que las personas salten, e instalar carteles y teléfonos para animar a las que estén considerando suicidarse a solicitar ayuda.
Por último, las prácticas de almacenamiento seguro, es decir poner los medicamentos, las armas de fuego y otros productos domésticos guardados en un lugar seguro, lo que puede reducir el riesgo de suicidio.
Dichas prácticas podrían incluir educación y consejería en torno al almacenamiento de las armas de fuego bajo llave en un lugar seguro, por ejemplo, en una caja fuerte o una caja de seguridad para armas, no cargadas y por separado de las municiones y al mantenimiento de los medicamentos en un armario bajo llave o en otro lugar seguro alejado de las personas que podrían estar en riesgo o que hayan intentado suicidarse anteriormente.
Guadalupe Chávez Ortiz, Directora del Centro Intercultural de Reflexión y Acción Social, en su intervención comentó que las personas con pensamientos suicidas les ayuda mucho tener redes sociales, ya que se sienten acompañadas.