En Inglaterra y Gales uno de las agreciones sexuales que las mujeres sufren conocida como el “Upskirting” ha sido vencida por Gina Martín de 26 años quien hace mas de 18 meses asistió a un festival de música, cuando un hombre le hizo una foto por debajo de la falda. Al principio no se dio cuenta, pero las risas del hombre que tenía al lado -el que le había sacado la foto- y su amigo le llamaron la atención.
Desvió la mirada un momento y se fijó en que estaban mirando la pantalla de un móvil. Allí se proyectaba la entrepierna de una mujer y una delgada línea de su ropa interior, que para su desgracia era la suya.
Su reacción fue la de tomar el teléfono del acosador y corrió entre los asistentes al concierto en búsqueda de algún afente de la policía, quienes tras interrogarles por separado y hacer borrar la foto al acosador, los agentes explicaron a Martin que lo más seguro era que el caso no siguiera adelante.
“Muestra más de lo que quisieras mostrar, pero no es gráfica. Así que no es mucho lo que podemos hacer, porque no puedes ver algo que consideremos malo o perjudicial. Voy a ser honesto: tal vez no te llamemos para seguir adelante con el caso”, cuenta Martin que le dijo el agente. Cinco días después recibió una llamada de la policía informándole del cierre del proceso.
La campaña emprendida hace mas de un año ha servido para que la Cámara Alta británica aprobara una ley para convertir en delito punible hasta con dos años de cárcel el hacer fotos debajo de la falda.
“Lo conseguimos. Hemos hecho que el “upskirting”(como se le conoce a la práctica) sea un delito sexual. Estoy agotada pero feliz”.
Dicha ley requiere de la aprobación de la reina, para ser aprobada por la Cámara de los Lores el martes, es considerada como una victoria para los grupos de defensa de derechos de las mujeres.
“El “upskirting” forma parte de un continuo de violación contra las mujeres y las niñas que tan a menudo queda sin castigar” resaltó la directora para Europa de Equality Now, Jacqui Hunt.
— Frank (@bajo_faldas) 6 de marzo de 2017
La práctica de hacer fotos por debajo de la falda ya es delito punible en Escocia, Australia y Nueva Zelanda y próximamente en Inglaterra y Gales.
La campaña que lanzara Martin reunió mas de 1 000 000 firmas y finalmente consiguió respaldo del gobierno en julio.
“Las mujeres y las niñas deberían ser libres de gozar de sus vidas y de los espacios públicos sin temer abusos o intimidación”