Internacional

En este contexto, Ecuador sale a las urnas


Hoy, domingo 20 de agosto de 2023, Ecuador se encuentra en medio de un proceso electoral crucial mientras los votantes participan en la elección de un nuevo líder.

Este evento se lleva a cabo en un contexto sombrío marcado por el trágico asesinato a tiros del candidato presidencial Fernando Villavicencio y la imposición del estado de excepción para contener la violencia vinculada al narcotráfico.

El asesinato de Fernando Villavicencio el pasado 9 de agosto ha alterado el panorama electoral y ha generado incertidumbre sobre el resultado de las elecciones. Todo apunta a que ningún candidato obtendrá suficiente respaldo para evitar una segunda vuelta que se celebrará el 15 de octubre.

En una lluviosa mañana en Quito, bajo la estrecha supervisión de las autoridades, se ha iniciado el proceso de votación que concluirá a las 17:00 hora local (22:00 GMT). En estas elecciones se elegirá al presidente, al vicepresidente y a los 137 congresistas que completarán el período actual de cuatro años, programado hasta mayo de 2025.

Este país sudamericano, que solía ser pacífico, se ha transformado en un centro de operaciones para cárteles de droga, tanto extranjeros como locales, que han impuesto un régimen de terror caracterizado por actos violentos como asesinatos, secuestros y extorsiones.

La situación se agrava debido a una crisis institucional que ha mantenido al país sin Congreso durante tres meses. Esto ocurrió cuando el impopular presidente Guillermo Lasso (derecha) optó por disolver el Congreso y convocar elecciones anticipadas para evitar su destitución en un juicio político por corrupción.

Según Santiago Cahuasquí, politólogo de la Universidad Internacional SEK, “Los ecuatorianos votarán hoy con una mezcla de miedo por la inseguridad, pesimismo sobre la situación económica y desconfianza hacia la clase política”.

De los 18,3 millones de ecuatorianos, aproximadamente 13,4 millones están obligados a ejercer su derecho al voto.

Luis Laguas, de 54 años, expresó su preocupación sobre la seguridad mientras esperaba su turno para votar en el norte de la capital: “El gobierno actual ha fallado en abordar eficazmente la criminalidad y la inseguridad; se necesita una mano dura”.

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