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El last dance de Miguel Barbosa

Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc

Además de ser un mundial manchado por sangre y por la falta de derechos humanos, la máxima competencia del fútbol que se celebra en Qatar también no dará la oportunidad de ver el último torneo del mejor jugador en la historia de este deporte, Lionel Messi, así de otros grandes como Cristiano Ronaldo, Harry Kane, Dani Álves, Antonie Griezman, Luis Suárez, Ángel Di María.

En el Mundial 2022 más que en otros, se verá el cambio generacional de los nuevos jugadores jóvenes que serás los referentes de la última década en el fútbol internacional, pues al menos los últimos veinte años fueron acaparados, casi en un duopolio, por Messi y Cristiano.

Entre las jóvenes promesas que no pasan desapercibidas está la Baby España, de Luis Enrique, que comandan las joyas catalanas Pedri y Gavi; los Golden Boys de Inglaterra, que encabezan Bukayo Saka, Phil Foden y Jude Bellingham; además de Kylian Mbappé, Vinicius Junior y Neymar, quienes brillan con luz propia y buscan ocupar el trono que dejará vacante “La Pulga”.

Así como Michael Jordan tuvo su last dance en la temporada del 1997 cuando los Chicago Bulls consiguieron su sexto campeonato de la NBA, Messi, así como otros jugadores top a nivel mundial, tendrán su último baile en el país qatarí.

El 10 argentino y su last dance.

En la política de Puebla está sucediendo algo igual con la sucesión de Miguel Barbosa en el 2024 y lo que veremos en el Mundial de Qatar.

Y es que, el gobernador del estado tendrá en los próximos comicios su último baile para consolidar su proyecto para Puebla al entregarle la estafeta de Casa Aguayo a uno de su tres preferidos, Olivia Salomón, Sergio Salomón o José Antonio Martínez.

Después de ser el único hombre capaz de ganarle una elección a la maquinaria de Rafael Moreno Valle, quien se aprovechó al máximo de los recursos económicos y políticos de la administración estatal para instaurar una dictadura que planeó prolongar hasta el 2030, Barbosa Huerta es el gran operador electoral del estado quien se ha mantenido invicto al no perder ni una sola de las empresas que enfrentó en contra de sus adversarios como Claudia Rivera, Ignacio Mier, Alejandro Armenta, Fernando Manzanilla, Tony Gali, entre otros malquerientes.

Como lo hemos mencionado en otras entregas de esta columna, Miguel Barbosa se ganó contra viento y marea ser el único jefe político del estado y tener el control absoluto de su partido, Morena, al colocar en el Comité Estatal y el Consejo Político a varios integrantes de la nueva clase política que está impulsando.

Para nadie es un secreto que el mandatario poblano viene trabajando su proyecto sucesorio para que en los comicios del 2024 el Movimiento Regeneración Nacional en Puebla sea abanderado por uno de sus alfiles y con ello asegurar que su plan de estado se consolide durante otro sexenio más.

Lejos quedó el mito político que dice que “gobernador no pone gobernador”.

Moreno Valle lo logró con Gali Fayad en el 2016 para demostrar que el titular del Ejecutivo local claro que puede inclinar la balanza en las elecciones al gobierno del estado.

Hoy las condiciones de Miguel Barbosa son otras y diferentes.

El nacido en el Valle de Tehuacán no tiene un proyecto político personal, pues sabe que su destacable carrera política ya llegó a su máximo al ganar en el 2018 y en el 2019 el gobierno de Puebla, pero sí busca que su sucesión sea su “último baile”.

Barbosa Huerta, como es palpable y obvio, ha venido trabajando y generando condiciones a nivel local, en una primera instancia; y después a nivel nacional para que crear una estructura política indesmontable e imprescindible para el que resulte el candidato presidencial de Morena para las próximas elecciones federales del 2024.

Una ruta clara y bien trazada.

En apenas unos meses, Barbosa y sus tres prefereti les arrebató el control de la carrera sucesorio y las perspectivas sociales a los infames primos Mier, Ignacio Mier y Alejandro Armenta, quienes se ufanaban en ser los único dos aspirantes del lopezobradorismo para pelear por la candidatura del partido marrón.

Hoy por hoy, cualquiera de las tres ‘corcholatas’ del gobernador del estado tienen más posibilidades de representar los colores y siglas de Morena que los impresentables Mier Velazco o Armenta Mier.

Como Messi en el Mundial 2022 o Jordan en el 97, Miguel Barbosa tendrá su último baile en la elección del 2024.

Ya sabemos cómo acaban estas historias.

Barbosa y su last dance.

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