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EE.UU. flexibiliza tarifas a Brasil: café, carne y frutas vuelven a entrar sin el impuesto extra

El gobierno de Estados Unidos anunció una nueva flexibilización en su política comercial hacia Brasil. El presidente Donald Trump amplió las exenciones arancelarias para productos como café, frutas y carne de res, una decisión que da marcha atrás a los incrementos que él mismo había aplicado este año. La medida busca aliviar los precios internos en un momento en que el costo de vida se ha convertido en una preocupación central para los votantes estadounidenses.

 

La decisión del jueves unifica los anuncios previos de la Casa Blanca y deja sin efecto los aranceles tanto de abril como de julio para un conjunto específico de mercancías brasileñas. Brasil había advertido que la eliminación anunciada la semana pasada no afectaba los gravámenes que Trump impuso en julio en respuesta al proceso judicial contra Jair Bolsonaro, antiguo aliado político del mandatario estadounidense. Con esta nueva orden ejecutiva, los productos agropecuarios más representativos quedan exentos del cargo adicional del 40%.

 

El cambio llega después de semanas de negociaciones entre Trump y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. La relación bilateral, que había atravesado tensiones, comenzó a distenderse tras una reunión entre ambos mandatarios en el marco de la cumbre de la ASEAN, en Malasia. Según el propio Lula, el encuentro fue positivo y abrió la puerta a un diálogo más estable. Trump citó esa conversación telefónica del 6 de octubre y las recomendaciones de su equipo como parte de las razones para revertir los aranceles.

 

La guerra comercial había elevado los impuestos a productos como café, azúcar y carne de res hasta un 50% combinado. Aunque algunos artículos como el jugo de naranja ya contaban con excepciones, el impacto sobre el sector agrícola brasileño había sido considerable. En 2024, Estados Unidos importó más de 42.000 millones de dólares en mercancías brasileñas, de los cuales 8.000 millones provinieron del sector agroalimentario.

 

Lula celebró la decisión y reiteró la disposición de Brasil a continuar el diálogo para eliminar el resto de los aranceles pendientes. La Cancillería brasileña también destacó que, tras más de dos siglos de relaciones diplomáticas, ambos países mantienen canales abiertos para resolver sus diferencias. Representantes de alto nivel de ambas naciones han sostenido reuniones recientes en Canadá y Washington para dar seguimiento a la agenda comercial.

 

La eliminación de los gravámenes también apunta al mercado interno estadounidense. El Gobierno ha recibido presión por el incremento en los precios de productos básicos, algo que se reflejó en las elecciones estatales recientes. Trump había anticipado que tomaría medidas para reducir costos antes de la temporada navideña, y su equipo económico asegura que esta reducción de aranceles forma parte de ese esfuerzo.

 

El secretario de Comercio, Howard Lutnick, señaló que el gobierno busca “borrar el pasado” y concentrarse en medidas de corto plazo que impacten directamente en el bolsillo de los consumidores. Según sus declaraciones, la nueva estrategia pretende abaratar bienes que Estados Unidos no produce en grandes volúmenes, con el objetivo de mejorar la asequibilidad general.

La medida, que aplica retroactivamente desde el 13 de noviembre, marca un nuevo capítulo en la relación comercial entre ambos países y abre un periodo de ajustes que podría derivar en nuevas negociaciones en los próximos meses.

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