Los aranceles que México aplicará a importaciones provenientes de China y otros países asiáticos comenzarán a entrar en vigor el 1 de enero de 2026, como parte de una estrategia del Gobierno federal para proteger el empleo y a sectores clave de la industria nacional. Así lo informó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, al explicar que la medida busca evitar la pérdida de alrededor de 350 mil empleos en distintas entidades del país.
Durante la conferencia matutina del lunes 15 de diciembre, Ebrard detalló que los estados donde se concentra el mayor riesgo laboral son Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Querétaro, debido a su fuerte presencia industrial. Precisó que los aranceles no están dirigidos contra un país en particular, sino que se aplican a naciones con las que México no tiene tratado comercial.
Las industrias que recibirán mayor protección con esta decisión son la automotriz, autopartes, calzado, textil, acero y aluminio. El funcionario descartó que la medida genere presiones inflacionarias y aseguró que el objetivo es crear un “piso parejo” frente a importaciones que llegan al mercado nacional a precios muy bajos.
Ebrard explicó que México importa hasta 10 veces más de lo que exporta hacia regiones como Singapur, Indonesia, Filipinas, India, Tailandia, Malasia, Vietnam, Corea del Sur, Taipéi y China, lo que ha generado un desequilibrio comercial. Añadió que esta política forma parte del Plan México, cuyo propósito es incrementar el contenido nacional en las cadenas productivas en 15 por ciento y posicionar al país entre las diez economías más grandes del mundo.
En el caso del sector automotriz, los aranceles a vehículos importados de Asia subirán de 20 a 50 por ciento, mientras que en autopartes el Congreso realizó ajustes a la propuesta original del Ejecutivo, reduciendo el número de clasificaciones afectadas tras escuchar a la industria. También se ampliaron fracciones arancelarias en los sectores siderúrgico, textil y de aluminio.
Respecto a las críticas de China, Ebrard reiteró que la postura de México es clara: quien quiera vender en el país debe producir o exportar desde territorio nacional. Señaló que muchas empresas extranjeras cuentan con margen suficiente para absorber el impacto de los aranceles sin trasladarlo a los precios finales, ya que su estrategia ha sido ganar mercado con precios muy bajos.