Javier Duarte, exgobernador de Veracruz, logró que un juez de control del penal de Pacho Viejo, ubicado en Coatepec, sobreseyera la acusación en su contra por la desaparición forzada de David Lara Cruz, un policía estatal cuyo rastro se perdió en enero de 2016. Esta resolución llega a solo un año de que Duarte termine de cumplir su condena por delitos relacionados con operaciones ilícitas y asociación delictuosa.
Durante una audiencia virtual desde el penal de Pacho Viejo, el exmandatario veracruzano consiguió que el proceso judicial en su contra fuera cancelado. Duarte, quien fue detenido el 15 de abril de 2017 en Guatemala y extraditado a México en julio del mismo año, había enfrentado hasta ahora diversas acusaciones por su gestión como gobernador.
El gobernador actual de Veracruz, Cuitláhuac García, no tardó en manifestar su inconformidad ante esta noticia y subrayó: “Aún no está dicha la última palabra, no se saldrán con la suya”. García insistió en que la lucha contra la impunidad no ha terminado, haciendo un llamado a las instancias correspondientes para continuar con las investigaciones.
David Lara Cruz, la víctima en este caso, era un agente de la policía estatal que desapareció el 12 de enero de 2016 tras acudir a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para someterse a exámenes de control de confianza. Según las autoridades, fue interceptado por compañeros policías y trasladado a un destino desconocido, donde habría sido asesinado. En aquel momento, Lara Cruz, de 34 años, era padre de un bebé de cinco meses y de una hija de 12 años, y trabajaba en la ciudad de Acayucan, Veracruz.
La acusación contra Duarte, por la que fue vinculado a proceso el 17 de noviembre de 2022, había derivado en la imposición de prisión preventiva justificada y la apertura de un periodo de investigación de 18 meses. Sin embargo, la cancelación del proceso judicial marca un giro significativo en el caso, provocando diversas reacciones en el ámbito político y social.