Ramón Merino salió de la Unidad Integral de Procuración de Justicia con sede en Orizaba como un héroe, con lágrimas en los ojos, agradecido con toda la gente que le mostró su apoyo.
“Les doy las gracias y les mando un mensaje a toda la juventud, que no los engañen, que no se metan en la delincuencia, por qué miren donde paga uno, los delincuentes muertos y los inocentes a la cárcel, háblenles a sus hijos, deténganse que no los engañen, es fácil ganar dinero fácil y pronto se muere uno, goza uno mucho pero vive uno poco, gracias pueblo, municipio y toda la gente que afecte, pero quitamos algo del camino que van a viajar felices”, expresó Ramón antes de salir.
La situación legal del sexagenario será en arraigo domiciliario y subrayó que cuando disparó contra el presunto delincuente actuó en legítima defensa.
“Las cosas por algo pasan pero va a cambiar la vida y tiene que cambiar, tenemos que cambiar todos, tenemos que hacer algo para volver a ser lo que era nuestro país y nuestro Pueblo tan lindo Acultzingo. He sido una buena persona por eso recibo el apoyo de ustedes y actúe en legítima defensa porque ustedes vieron y oyeron cómo me venían quemando el cuero esos y pude defenderme Gracias a Dios estoy vivo, por que no pensé salir vivo de esa cosa”, dijo.
Mientras que saludaba a los asistentes, como a su hermano, los asistentes le corearon la canción que el cantó en un vídeo en la cantina “La Academia”., “Es que me muero por un pulmón, me muero por un pulmón”,
Agregó; “No puedo expresar el amor que siento por ustedes, yo quisiera soltar el llanto de emoción pero también debo ser hombre, aguantar mis lágrimas pero no puedo explicarles cómo me siento de este apoyo. Gracias señores custodios del penal de Zongolica donde he estado estos días, son unas bellas personas que me trataron muy bien, la ley amor con amor se paga como dice el dicho, los quiero, los amo, perdóname si alguna vez los he ofendido pero creo que no, siempre he sido respetuoso con todo mi pueblo y estoy para servirles”.
Aseguró que se encuentra feliz por lo que hizo, porque se defendió y no actúo de mala fe y pudo salvar la vida. “Algo se hizo y algo se logró, gracias señores mañana primeramente Dios mi cafecito”, a lo que los asistentes respondieron; “Si se pudo si se pudo”.
Finalmente, Ramón se retiró a bordo de una camioneta con custodios de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, con rumbo a su pueblo de Tecamalucan.