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Detención de Jorge Glas en la Embajada Mexicana desata Crisis Diplomática

 

La noche del viernes, una incursión policial en la embajada de México en Quito sacudió las relaciones internacionales entre Ecuador y México, con la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas. Glas, quien buscaba refugio en la embajada mexicana desde diciembre pasado, fue arrestado por cargos de corrupción, desencadenando una respuesta enérgica del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien ordenó la suspensión de las relaciones diplomáticas con Ecuador.

El presidente mexicano condenó el incidente como una violación flagrante del derecho internacional y la soberanía de México, afirmando haber defendido el honor y la integridad de su nación. El embajador encargado de México en Ecuador, Roberto Canseco, desafió a los agentes durante el operativo, arriesgando su propia vida en defensa de su país.

La confrontación no terminó en la embajada. La canciller mexicana, Alicia Bárcena, informó que varios miembros del personal de la embajada resultaron agredidos durante el incidente. Por su parte, un comunicado oficial del gobierno ecuatoriano confirmó la detención de Glas y acusó a la embajada mexicana de abusar de sus inmunidades y privilegios, denunciando el asilo diplomático otorgado a Glas como contrario al marco jurídico internacional.

El asalto a la embajada mexicana en Quito ocurrió horas después de que el gobierno de López Obrador anunciara la concesión de asilo político a Jorge Glas, en un intento por garantizar su seguridad y libertad personal. Sin embargo, el gobierno ecuatoriano se negó a entregar el salvoconducto necesario para su viaje a México, desencadenando la escalada en la sede diplomática en Quito.

La detención de Glas es el último capítulo en una larga saga legal que comenzó en 2017, cuando fue condenado a seis años de prisión por su implicación en una red de corrupción vinculada a la empresa brasileña Odebrecht. Aunque fue liberado provisionalmente en 2022, las autoridades ecuatorianas lo convocaron nuevamente por un caso relacionado con fondos públicos destinados a la reconstrucción de una provincia después de un terremoto en 2016.

El abogado de Glas denunció una campaña de persecución política, mientras que el expresidente Rafael Correa, bajo cuyo gobierno Glas se desempeñó como vicepresidente, también enfrenta acusaciones de corrupción. Correa reside actualmente en Bélgica, donde ha obtenido asilo político.

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