La idea de construir una Ciudad Universitaria en México comenzó en 1928, cuando estudiantes de arquitectura propusieron el proyecto en su tesis. La propuesta se materializó quince años después, cuando en 1943, bajo la rectoría de Rodulfo Brito Foucher, se eligió el Pedregal de San Ángel como el sitio para la construcción. Este terreno, ubicado al sur del Valle de México, se caracteriza por su roca volcánica.
En 1945, durante el rectorado de Genaro Fernández McGregor, la Universidad presentó una propuesta de ley para la construcción de la Ciudad Universitaria, la cual fue aprobada. El rector Salvador Zubirán adquirió los terrenos necesarios y en 1946, el presidente Manuel Ávila Camacho decretó la expropiación de estos terrenos. Posteriormente, se formó una comisión para planificar y financiar el proyecto.
El financiamiento necesario se obtuvo en 1946, y se organizó un concurso para el diseño del proyecto. La Escuela Nacional de Arquitectura, la Sociedad de Arquitectos Mexicanos y el Colegio Nacional de Arquitectos de México participaron activamente. Finalmente, se eligió el proyecto de los arquitectos Mario Pani y Enrique del Moral para ser presentado en el certamen nacional.
En 1948, iniciaron las obras de infraestructura, aunque avanzaron lentamente debido a la falta de recursos. La creación del Patronato Universitario en 1950, dirigido por Carlos Novoa, y la colocación de la primera piedra por el rector Luis Garrido y el secretario de Gobernación, Adolfo Ruiz Cortines, marcaron momentos clave en el desarrollo del proyecto.
La construcción avanzó rápidamente bajo la dirección del arquitecto Carlos Lazo, y en menos de tres años se completaron las obras. El proyecto, que abarcaba zonas escolares, residencias estudiantiles, instalaciones deportivas y un estadio, se diseñó para albergar a 25,000 estudiantes.
La Ciudad Universitaria fue inaugurada oficialmente el 20 de noviembre de 1952 por el presidente Miguel Alemán, y en 1954 comenzaron las actividades escolares bajo la rectoría de Nabor Carrillo. Hoy, más de sesenta años después, el Campus Central de Ciudad Universitaria sigue siendo un referente destacado de la arquitectura del siglo XX en México.