La madrugada de este miércoles 20 de agosto, un operativo conjunto de autoridades federales y estatales puso fin a las operaciones de una gasolinera en Chapulco, Puebla, señalada por vender combustible de procedencia ilícita. El despliegue estuvo encabezado por la Fiscalía General de la República, con apoyo de la Sedena, la Guardia Nacional y la Policía Estatal.
De acuerdo con las investigaciones, la estación llevaba al menos un año funcionando y había logrado atraer clientes con promociones difundidas en redes sociales, cuentas que fueron desactivadas tras el cateo. Durante la revisión, los agentes inspeccionaron las cuatro bombas de despacho, ya que existían denuncias de que ahí se distribuía huachicol.
El lugar quedó asegurado y clausurado de inmediato. Aunque no hubo personas detenidas, la indagatoria sigue en curso para identificar a los responsables y determinar el alcance de la red que operaba el sitio.
Este caso no es aislado. Apenas a inicios de agosto, otra gasolinera en Aquixtla fue cerrada por carecer de permisos y vender combustible robado. Con este nuevo golpe, ya son dos las estaciones desmanteladas en Puebla en menos de un mes, ambas ligadas a la distribución ilegal de hidrocarburo.
Ese mismo día, en un operativo paralelo, la FGR aseguró un tractocamión que transportaba 66 mil litros de gasolina. La unidad fue detenida en la carretera México–Tuxpan, luego de que el conductor no presentó documentos que acreditaran la legalidad de la carga. El chofer, identificado como Juan, quedó a disposición de las autoridades ministeriales.
Estas acciones forman parte de una estrategia más amplia contra el robo y la venta clandestina de combustible en la región, un delito que no solo representa pérdidas económicas, sino también un riesgo directo para la seguridad de la población.