El secretario de Gobernación Municipal, Francisco Rodríguez Álvarez, informó que en Puebla se estima la presencia de alrededor de dos mil personas que ejercen el sexoservicio, de las cuales un 20% se concentra en el Centro Histórico. Ante esta realidad, señaló que ya se han iniciado diálogos para establecer un ordenamiento que priorice la seguridad de este sector, una de sus principales demandas.
Rodríguez Álvarez destacó que el enfoque será similar al aplicado con los comerciantes ambulantes, mediante un proceso de negociación continua que permita llegar a acuerdos. “Es importante reconocer que este sector existe, y al igual que con los ambulantes, debemos conocerlas y trabajar con ellas para encontrar soluciones viables”, indicó.
Una de las propuestas planteadas es que el sexoservicio se desarrolle en zonas específicas, como hoteles, aunque las trabajadoras han manifestado preocupación por su seguridad. Ante esto, el funcionario aseguró que se buscarán estrategias para garantizar su protección.
Por otro lado, el regidor Gabriel Biestro Medinilla destacó que el reordenamiento de este sector será paralelo al de los vendedores informales, con quienes también se están estableciendo acuerdos para regular su actividad.
Rodríguez Álvarez también abordó el tema del comercio informal en el Centro Histórico, señalando que se analiza la posibilidad de que estos vendedores puedan operar en casonas abandonadas de la zona. Esta propuesta, respaldada por empresarios y con posibles inversiones de figuras como Carlos Slim, busca rehabilitar dichos inmuebles para usarlos como espacios de comercio o vivienda.
Sin embargo, aclaró que, por el momento, no se trata de una reubicación inmediata, sino de establecer acuerdos que reduzcan su presencia en áreas clave, especialmente en fechas importantes o en zonas peatonales. “El objetivo es generar orden, evitar obstrucciones y limitar la venta de productos inadecuados”, subrayó.
El funcionario reconoció los avances logrados, destacando que durante el Buen Fin el comercio informal respetó los acuerdos de no instalarse, lo que calificó como un paso significativo hacia un ordenamiento más permanente. Aunque reiteró que lo ideal sería su eliminación total, señaló que el diálogo constante permitirá construir condiciones favorables tanto para los vendedores como para el comercio establecido.