Redacción.- ¿Qué tienen en común un monje benedictino, una tradición polaca y una galería de arte parisina? La respuesta es el árbol de navidad al revés, una tendencia que cada vez gana más adeptos en el mundo.
Se trata de un árbol de navidad invertido que se cuelga del techo, creando un efecto visual sorprendente y original. Aunque parezca una moda reciente, esta forma de decorar tiene sus orígenes en el siglo XVII, cuando San Bonifacio colgó un abeto boca abajo como símbolo de la Santísima Trinidad.
Más tarde, en el siglo XX, los polacos adoptaron esta costumbre para celebrar las fiestas de diciembre, colgando ramas o árboles enteros del techo de sus casas. Esta tradición se fue extendiendo por Europa y llegó a Estados Unidos, donde se popularizó en los años 2000.
Hoy en día, los árboles de navidad al revés se pueden ver en centros comerciales, grandes almacenes y museos, como el famoso Lafayette en París. También se han convertido en una opción para los hogares, especialmente para aquellos que tienen poco espacio o quieren innovar en su decoración.
Los árboles de navidad al revés tienen varias ventajas, como ahorrar espacio, evitar que los niños o las mascotas los tiren o rompan los adornos, y mostrar mejor las luces y los detalles. Además, son fáciles de colgar, ya sea con un soporte especial de metal o con un alambre enrollado al tronco.
Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con esta tendencia. Algunos la consideran una falta de respeto a la tradición navideña, una burla a la religión o una simple extravagancia. Otros la ven como una forma de expresar la creatividad, la originalidad y la diversión.
Lo cierto es que los árboles de navidad al revés no dejan indiferente a nadie y son una muestra de cómo las costumbres se transforman y se adaptan a los tiempos. ¿Te atreverías a colgar tu árbol al revés esta navidad?.