Tras diversas denuncias en redes sociales que criticaban la falta de apoyo de las autoridades municipales para cubrir los gastos del funeral de Allison, la familia de la joven finalmente pudo velarla y realizar el entierro de acuerdo con sus costumbres. Las manifestaciones, que incluso derivaron en bloqueos de carreteras, fueron una muestra de la frustración social ante la ausencia de respuestas por parte del gobierno local.
La demanda de justicia sigue presente, y aunque hasta el momento no hay personas detenidas por el feminicidio, se espera que la próxima semana se presenten avances en las investigaciones. El sepelio estuvo marcado por las protestas, especialmente tras la presunta detención de uno de los manifestantes que pedía claridad en el caso.
Durante la ceremonia, familiares, amigos y vecinos se despidieron de Allison, quien cursaba el segundo año de secundaria.
Allison, asesinada en Huejotzingo, era la menor de su familia y, a sus 13 años, soñaba con tener una casa con jardín. Su amiga cercana, Denisse, recordó que apenas en febrero pasado habían celebrado su cumpleaños con una pequeña reunión en la escuela y luego en casa, con pastel.
Nacida en Huejotzingo, Allison era una joven reservada, pero alegre y estudiosa. Su música favorita incluía a Santa Grifa y Paulo Londra, tenía un cariño especial por los gatos. Era la hija menor de la familia y tenía una hermana mayor.
Su búsqueda inició desde el jueves por la noche que la joven no volvió a casa luego de sus clases por desgracia, horas despues, el cuerpo de Allison Amayrani Santiago Vázquez fue encontrado sin vida.
En la madrugada del viernes, las autoridades recibieron el reporte de un cadáver, lo que provocó el despliegue de unidades policiales que confirmaron la identidad de la joven. El cuerpo llevaba puesto el uniforme deportivo del Centro Escolar de Huejotzingo, institución a la que pertenecía.
Familiares y amigos pudieron velar los restos de la joven, los deudos exigen que se haga justicia para la menor.
