Un presunto ladrón fue brutalmente asesinado por un grupo de pobladores en el municipio de Acajete. El hombre, acusado de participar en el robo a un gimnasio de la zona, fue sacado de su casa después de que los vecinos le prendieran fuego al inmueble; tras golpearlo y machetearlo su cuerpo fue lanzado a una barranca.
La mañana del 24 de julio, cámaras de seguridad captaron un robo ocurrido en un gimnasio de Acajete. Mediante los vídeos, los civiles identificaron a uno de los presuntos involucrados y se dirigieron a su hogar, incendiándolo. Durante el siniestro, el hombre salió corriendo para intentar escapar de su inminente muerte.
El grupo enfurecido de pobladores lo persiguió por las calles de la comunidad de San Antonio Tlacamilco, donde lo interceptaron sobre un puente de la zona. Una vez que lograron darle alcance, los ciudadanos comenzaron a golpear al hombre de aproximadamente 40 años de edad, mismo a quien después atacaron con machete, haciéndole dos cortes en la garganta.
Cuando la víctima se estaba desangrando, los agresores lo arrojaron desde lo alto del puente. Con el cuerpo debajo del puente, los civiles bajaron con una cartulina de color azul que colocaron junto al cadáver, donde se leía un mensaje que anunciaba “esto le va a pasar a toda la gente que anda robando en el pueblo”.
Poco después, elementos de seguridad pública municipal, estatal y federal, llegaron hasta el lugar de los hechos, pero ya era demasiado tarde para ayudar al presunto ladrón, por lo que se limitaron a acordonar la zona y esperar el arribo de personal ministerial.
Agentes de investigación, forenses y peritos en criminalística llegaron a San Antonio Tlacamilco para dar inicio a las indagatorias por el homicidio tumultuario, abriendo una carpeta de investigación con la intención de conocer más detalles del “linchamiento”.
