Redacción.- En un mundo cada vez más interconectado, la delincuencia organizada ha encontrado un nuevo campo de batalla: los fraudes financieros. La Interpol ha emitido una alerta global sobre la incursión de grupos criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en este lucrativo y nefasto negocio.
Utilizando la tecnología como su arma más potente, estas organizaciones han diversificado sus métodos delictivos para incluir sofisticadas estafas que van desde la suplantación de identidad hasta esquemas de inversión fraudulentos.
La Interpol ha destacado el uso creciente de la inteligencia artificial y las criptomonedas, lo que ha elevado la complejidad y el alcance de los fraudes a un nivel sin precedentes.
El informe de la Interpol revela que, además de los tradicionales fraudes románticos y de soporte técnico, se está abusando de migrantes, víctimas de tráfico humano, obligándolos a operar desde centros de llamadas para ejecutar estafas.
Este fenómeno, conocido como ‘descuartizamiento de cerdos’, combina la seducción romántica con promesas de inversiones en criptomonedas para despojar a las víctimas de sus fondos.
La operación “Turquesa V” de la Interpol ha sacado a la luz cientos de casos en los que las víctimas fueron engañadas y coaccionadas para cometer fraudes, lo que subraya la magnitud del problema a nivel global.
La organización insta a una acción urgente y coordinada entre las autoridades y el sector privado para combatir esta “epidemia” de fraudes financieros.
La lucha contra estos crímenes no solo requiere de una mayor recopilación y análisis de datos, sino también de la creación de alianzas estratégicas para recuperar los fondos perdidos y cerrar las brechas de información que permiten a estos delincuentes operar con impunidad.
Con más de 500 millones de dólares ya interceptados gracias al mecanismo I-GRIP de la Interpol, la batalla está en marcha, pero aún queda mucho por hacer para proteger a los ciudadanos de las garras del crimen organizado.
La alerta de la Interpol es clara: el CJNG y otros grupos similares están evolucionando, y el mundo debe estar preparado para enfrentar esta nueva ola de criminalidad financiera que no conoce fronteras.
