La Corte Suprema de Chile ha dictaminado en una sentencia irrevocable la culpabilidad de siete exmilitares del Ejército como autores del secuestro agravado y asesinato agravado del famoso cantautor Víctor Jara.
Este crimen ocurrió hace casi medio siglo, el 16 de septiembre de 1973, apenas un día después del golpe de Estado liderado por el General de Ejército Augusto Pinochet (1973-1990). El compositor fue brutalmente golpeado y baleado después de ser arrestado en el Estadio Chile.
Víctor Jara y Littré Quiroga, el director del Servicio Nacional de Prisiones del gobierno del presidente socialista Salvador Allende (1970-1973), compartieron sus últimas horas de vida en agonía y aislamiento de otros prisioneros en un camarín.
Ambos fueron detenidos el 12 de septiembre de 1973, junto a más de cinco mil seguidores de Allende, y llevados al Estadio Chile, actualmente renombrado en honor a Víctor Jara.
Testimonios judiciales han revelado que los captores de Jara y Quiroga los sometieron a torturas inhumanas durante al menos tres días.
El cantautor sufrió 56 fracturas óseas y 44 heridas de bala, mientras que Quiroga tuvo 47 fracturas y 23 balazos en su cuerpo. Ambos cuerpos sin vida fueron arrojados juntos en un terreno baldío cercano a la línea férrea, cerca del Cementerio Metropolitano, el 16 de septiembre de 1973.
El fallo unánime de la Corte Suprema condenó a Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto a penas de 15 años y un día de prisión como autores de los asesinatos. Además, se les impusieron 10 años y un día como autores de los secuestros agravados.
En el caso del exoficial Rolando Melo Silva, fue condenado a 5 años y un día de prisión, y a otros 3 años y un día, como cómplice de los asesinatos y secuestros, respectivamente.
La sentencia establece que en el Estadio Chile,
“los prisioneros de cierta notoriedad fueron identificados por el personal militar, separados del grupo principal y sometidos a constantes y violentos episodios de agresión física y verbal durante su detención”.
Víctor Jara, autor de icónicas canciones como “El derecho de vivir en paz” y “Te recuerdo Amanda”, tenía 40 años cuando fue asesinado. Deja atrás a su esposa Joan Jara y a sus dos hijas, Amanda y Manuela.
Por su parte, Littré Quiroga, de 33 años en el momento de su detención, dejó tres conmovedoras cartas a su esposa Silvia y sus tres hijos pequeños antes de ser separado de ellos.
“Niñitos: pórtense bien y cómanse toda la comida. Estudien mucho y ayuden a su mamá. El papá no podrá verlos quizás hasta cuándo. No vean tanta televisión y pórtense como corresponde, como niños buenos. Chaíto y no se olviden de su papito, Littré Quiroga C.
Su legado y el de Víctor Jara siguen vivos en la memoria colectiva de Chile.
